Nos encantan las toallas nuevas, sus primeros usos son esponjosas, suaves…. Abrazan nuestra piel. Pero con el paso del tiempo notamos cómo esas cualidades se van perdiendo. ¡No te preocupes! Sabemos cómo se lavan las toallas para que mantengan su suavidad. Toma nota:
Adiós al suavizante y ojo con la cantidad de detergente
Lejos de lo que puede parecer, el suavizante y las toallas no son buenos amigos, ya que disminuye su suavidad y capacidad de absorción. Ocurre lo mismo con el exceso de detergente. Con la justa cantidad de detergente las toallas quedan limpias y mantenemos mejor las cualidades de su tejido.
Usa agua fría y programas cortos
¿Alguna vez has pensado que cuanto más tiempo y el agua más calentita más limpias quedarán las toallas? Otro error común. Las toallas salen igual de limpias si utilizamos agua fría como si utilizamos agua caliente. Al igual que el tiempo de lavado, con un programa corto es suficiente para que las toallas estén limpias.
De hecho, lo más recomendable cuando se lavan las toallas es hacerlo con agua fría y programas cortos, ya que se dañan menos los tejidos y mantienen su suavidad mayor tiempo.
Aléjalas del sol
Nos encanta esa sensación al sacar las toallas de la secadora. Suaves y calentitas. Pero ¿qué hacemos si no tenemos secadora? ¿Ponerlas a secar al sol para que se sequen y estén calentitas? No. Lo cierto es que el sol reseca las toallas del baño con lo que pierden suavidad. La mejor opción es tenderlas en la sombra en un lugar aireado.
Dejar secar bien las toallas tras cada uso
La humedad acumulada en las toallas hace que pierdan suavidad y capacidad de absorción.
¿Qué hacer con una toalla que no seca? ¿Cómo recuperar la suavidad de las toallas viejas?
Seguro que alguna de tus toallas ha perdido suavidad y ya no seca como antes. ¡Tenemos la solución! Añade media taza de bicarbonato o una taza de vinagre al bombo de la lavadora. Tras dejarlas secar notarás una mejoría en tus toallas.
Si no notas mucho cambio tras este lavado porque la toalla está muy áspera, puedes hacer dos lavados, uno con la media taza de bicarbonato y otro con la de vinagre. Potenciarás la suavidad de las toallas.