Compras paños de cocina, los almacenas en el cajón, pero al final terminas usando siempre los mismos para todo. ¿Quién no ha cometido este error tan común?
Está demostrado que hacer un mal uso de los paños de cocina, sumado a un mal lavado de los mismos, aumenta las posibilidades de contaminar la zona. Si quieres conservar tus paños de cocina por más tiempo y mantener la higiene toma nota de estos consejos:
- No te seques las manos en el paño que has utilizado antes para limpiar la encimera. Se recomienda tener varios paños, en función de los diferentes usos que les vayas a dar. De este modo, reducimos los riesgos de contaminación.
- Cuida tus paños como se merecen si quieres conservarlos y convierte al papel de cocina en tu mejor aliado. Aunque no sea lo más recomendado desde el punto de vista ecológico, utiliza esta opción para limpiar solo esa suciedad que dañaría por completo tus paños de cocina.
- Recuerda que cada paño está pensado para una función según su tejido así que ¡no le des un uso que no tiene! Por ejemplo, para secar esas copas de cristal que tanto miedo nos da que se rayen se deben usar los paños de tejidos más finos (de tela de jacquard). Si queremos secarnos las manos o absorber el agua que se nos ha derramado en la encimera lo recomendable sería usar los paños de tejidos más gruesos como el rizo, pero siempre de 100 % algodón.
¿Estás seguro de que lavas bien tus paños de cocina?
En contra de lo que se hace en muchos hogares, no hace falta que un paño esté aparentemente sucio para lavarlo. No es necesario que un paño esté manchado o huela mal para pasar por la lavadora. Se recomienda que se lave cada paño de cocina día sí día no.
La forma de lavarlo sí será diferente en función del uso que le hayamos dado a cada paño. Te recomendamos que los paños con los que limpias la cocina los laves a temperaturas más altas. No solo por una cuestión de suciedad, sino para acabar con todas las bacterias que puedan contener.
Mientras que los paños que utilizas para secarte las manos bastaría con lavarlos a unos 30 grados y con tejidos y colores similares para garantizar su conservación.